miércoles, 30 de junio de 2010

Frío otoño y crudo invierno

¿Cuánto tiempo habrá pasado ya? ¿Tres semanas? ¿Un mes? Ya no lo recuerdo. Todo se ha convertido en una imagen vaga que pasa por mi mente. Recuerdos con un tono grisáceo, de un matiz opaco. Quizá sea parte de mi destino en este mundo. Saber que estoy aquí tan sólo para cumplir los caprichos de la gente.

¿Realmente sientes que para eso viniste? No lo sé, ya no sé qué pensar sobre todo esto. Hay ocasiones en que me encuentro alejado de todo lo que parece o simula ser real, y otras en las que me veo perdido en un mar infinito de irrealidad. Situaciones poco posibles que de verdad suceden. Cosas fuera de mi alcance me llevan a creerlo.

Sin embargo, sigues aquí, luchando por lo que quieres… Puede que así sea… Quizá, en este frío otoño… Tal vez lo que veo es simplemente el reflejo de lo que mi cabeza inventó, aquella realidad imaginaria que se formó hace mucho tiempo. ¿Qué harás desde ahora? Pensar las cosas con mayor detenimiento. No deseo cometer los mismos errores de siempre. Deseo ser capaz de dar vuelta los papeles y ser yo quien tome las decisiones.

¿Estás consiente de que puede traerte problemas con ciertas personas? Muy claro, pero es lo que debo hacer, cueste lo que me cueste. En estos momentos, todo se vuelve frío, las calles comienzan a dejar un rastro de neblina que impide la visión. Una ventisca gigante mueves los árboles… Árboles que hasta hace no mucho, daban frutos y regalaban preciosas flores al paisaje de otoño, y que ahora van quedando sólo en sus ramas, desprotegido.

¿Puede que te sientas como ese árbol? ¿Débil e indefenso? No estoy seguro. Me he sentido de tantas formas este último tiempo, que no tengo la certeza de nada. Como en muchísimas ocasiones, me encuentro en aquel callejón sin salida, a la espera de encontrar una respuesta que quizá nunca llegará. Pero aquí estoy… De pie, intentando avanzar… Y podré hacerlo, lo sé…

¿Acaso ha pasado algo en tu vida para que te comportes de esa forma luego de todo lo que has pasado? Para ser franco, sí, eso parece… Y me encuentro bien… Saliendo de este crudo e insensible invierno…